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Jairismart

Salud

Labor humanitaria

Labor humanitaria

La Cruz Roja de Cuba en Puerto Padre desempeña un importante papel en la preservación de vidas, ayuda humanitaria y en situaciones de desastres. Una de sus fortalezas está en la existencia del Cuerpo de Salvavidas, imprescindible fuerza para preservar la vida de personas en casos de eventos naturales.

En momentos en que azotan huracanes, desastres, accidentes ahí están, con su labor humanitaria, tendiendo la mano a quinees lo necesitan.

Algunas debilidades tiene el cuerpo de salvavidas  en Puerto Padre, resulta que no tienen torres donde sentarse para vigilar los bañistas y eso afecta la visibilidad del entorno y dominar cuanto acontece.

Son felices

Son felices

Estos son dos de mis cautro nietos, desde antes de nacer tuvieron aseguradas su salud, gracias a la preocupación del Estado.

Desde el mismo momento que nacieron la enfermera y el médico de la familia les brindaron una esmeradísima atencion,visitas diarias, vacunas, constante fiscalización de la evolución de sus vidas; todo eso gratuitamente.

¿Será posible lograr eso en otra sociedad de forma gratruíta ? Claro que no, ese sistema de salud y la preocupación por a vida de todos solo se ve en un sistema socioeconómico como el nuestro: el Socialismo, donde existe equidad y justicia

Defender la vida

Defender la vida

Hoy es un día muy apropiado  para dar a conocer cuán valiosa es la vida.

En la Cátedra Universitaria del Adulto Mayor, se desarrollaron importantes acciones que sirven de conocimiento e influencia a nuestros hijos y hasta nietos, valederos también para los jóvenes de la comunidad, demostrarles la importancia de la prevención.

Es imprescindible evitar el VIH/SIDA, adoptando todas as medidas profilácticas,

aconsejando a los jóvenes y explicándoles cuántos riesgos se corren cuando se deconocen las medidas para eviarla.

No están de más los consejos, siempre son oportunos.

 

Revolución de los humildes

Revolución de los humildes

Cuba culminó el año 2013 con una tasa de mortalidad  infantil de 4,2 por mil nacidos vivos; para orgullo  de los cubanos y cubanas, nuestro país encabeza la lista de mejores estadísticas en las Américas, le sigue Canadá con 5, Estados Unidos con 6, Chile con 8.

Por eso los cubanos vivimos orgullosos de nuestro sistema social que proporciona todos esos logros y esa tasa de mortalidad que exhibe  más baja que muchos  países desarrollados, a pesar del bloqueo y todas las medidas absurda y obsoletas que él nos impone, todo gracias a la Revolución, al modo de producción existente en Cuba, a la voluntad política del Estado y el Partido de ponerlo todos los  beneficios en manos del pueblo.

Esta es una muestra:

TASAS DE MORTALIDAD INFANTIL EN LAS AMÉRICAS
(Países seleccionados)

PAÍSES

TASA DE MORTALIDAD

PAÍSES    

TASA DE MORTALIDAD

Cuba (*)

4,2

Brasil

14

Canadá

5

Perú

14

Estados Unidos

6

Colombia

15

Chile

8

 

 

 

Cuando la voluntad impera

Cuando la voluntad impera

Por: Elízabeth Silva R

Cuando en un país se  habla  de una baja  tasa de mortalidad infantil, se dice del bienestar,  cuidados y respeto a la vida que se brindan y si es de forma gratuita, más aún.

En mi país, desde que se concibe el bebé, tiene atención médica priorizada, las madres son  atendidas de manera excelente; y no es que la familia no se interese, pero el médico y enfermera están  siempre vigilantes, visitando, chequeando, precaviendo, porque así es la verdadera medicina, la que precave, como nos enseñó José Martí, el Apóstol de la Guerra de Independencia.

Digo todo esto, porque  Cuba, un país pequeño,  brutalmente bloqueado por el poderoso país del norte, es capaz de exhibir una tasa de mortalidad infantil cualitativamente  superior a los países desarrollados, para nosotros no importan carencias, escaseces, ni limitaciones, nuestros programas sociales avanzan y los resultados, ahí están.

Cuatro coma cinco, es la cifra que presenta Cuba este año, un país al que se le niega la posibilidad de abrirse camino ante el mundo, pero con  deseo de progreso,  amor a la vida,  de proteger a los miembros de la sociedad y  ayudar a los que nada tienen, que es digno de reconocer, como lo han hecho directivos de la UNICEF, así que cuando hay voluntad, todo se puede, los cubanos lo demostramos.

Repartiendo salud

Repartiendo salud

Por: Elízabeth Silva R.

La medicina es como el sacerdocio, sentenció José Martí y es que los médicos cubanos  heredaron del Apóstol sus ideas humanistas.

Para nadie es un secreto la calidad humana de nuestros médicos, el trato que brindan a sus  pacientes, su formación ética encaminada a ofrecer un mejor servicio, sin importar distancias, ni confort, su divisa es servir a la humanidad, donde sean más útiles.

En estos tiempos hay que contar con la medicina cubana, los hechos lo demuestran; muchas proezas en ese campo se realizan,  pesquisas de enfermos, discapacitados, en los lugares más inhóspitos que se hayan visto jamás y donde asistir a un médico era una utopía; países como Venezuela, Ecuador, Nicaragua pueden dar fe de ello.

En el Día de la Medicina Latinoamericana, no puedo olvidar a los que cumplen y cumplieron misión, repartiendo salud por los pueblos de Nuestra América, a todos ellos, en especial, a mi hija, muchas felicidades.

Esperanzas de vivir

Esperanzas de vivir

Por: Elízabeth Silva R.

Como un hálito de esperanza y de vida será la carrera  en maratón que realizarán hoy centenares de personas en Puerto Padre.

Es el día contra la hipertensión arterial y los que padecen la enfermedad, y los que no también, correrán por la esperanza de vivir y hacerlo con salud.

Los puertopadrenses correrán en horas de la mañana a través de la avenida Libertad, demostrando que el ejercicio físico, una dieta adecuada y el destierro a los vicios del cigarro y el alcochol, proporcionan la vitalidad del organismo y por tanto la prolongación de la vida.

Nosotros tenemos el privilegio de la preocupación constante del Estado por la salud de cada miembro de la sociedad, de tener un sistema de salud que está al servicio de la población de forma gratuita, y en reciprocidad debemos exigirnos un régimen sano en la alimentación y cuidado del mayo tesoro que posee cada cual: la salud. Por eso, hoy se darán cita, hipertensos y todos los que se sumen a ese acto por  prolongar la vida.

 

 

Logro de la salud

Logro de la salud

Por: Elízabeth Silva R.

Uno de los mayores logros en el terrero de la salud en Puerto Padre, lo es sin dudas la tasa de mortalidad infantil.

El año 2009 cerró con una tasa de 1,9 por cada mil nacidos vivos, cifra alcanzada gracias al sistema de salud imperante, la preocupación y desvelo de médicos y enfermeras y las estrategias del Gobierno,  que ponen todo su empeño en lograr ese objetivo.

La tasa de mortalidad infantil que exhibe Puerto Padre, es comparable con la de un país desarrollado; sin embargo, este resultado  adquiere mayor connotación, si analizamos las condiciones eeconómicas que en que vive el mundo, la repercusión de la crisis global y la despreocupación de los gobiernos por  las condiciones de vida de su pueblo. A pesar de todo eso, aquí, la primera prioridad es la vida, por eso se trabaja en la prevención y atención de las personas.

El cuidado de las embarazadas y  niños es propósito de nuestro sistema de salud que tiene como divisa, “ la verdadera medicina no es la que cura, sino la que precave”, como sentenció José Martí.

Un corazón lleno de amor para repartir

Un corazón lleno de amor para repartir

Por Elízabeth Silva R.

De José Martí aprendimos  que la medicina es como el derecho, profesión de lucha, se necesita un alma bien templada  para desempeñar con éxito ese sacerdocio, y con verdadero éxito lo desempeñan nuestros médicos, que van de puerta en puerta, de alma en alma repartiendo salud y amor por el mundo.

Los galenos cubanos traspasan barreras, comparten su cariño y habilidades con quien necesitan la cura para encontrarla en su manos.

No solo la medicina sana, sino el afecto y apego con que practican su profesión. Donde los necesiten, por lejano que sea, acuden sin vacilar.

Superan  nostalgia,  necesidad de estar junto a los suyos y hasta el privilegio de ver crecer a sus hijos para cumplir con el deber.

Mi corazón de madre vive feliz, por  el privilegio de tener una hija que dio el paso al frente para ayudar a quien la necesitara en otras tierras. Lo hizo sin esperar recompensas ni privilegios, sino impulsada por la aleccionadora presencia del Che en su vida y en su formación como persona.

Mi felicidad aumentaba cada vez más al conocer los resultados de mi hija en su labor, eficiente, disciplinada, defensora de la patria.

Sus conocimientos le permitieron formar a otros médicos con  la exigencia y austeridad que la caracteriza.

No exagero en sus cualidades, ella es el reflejo de una joven formada en esta sociedad, en los valores que los caracterizan a todos los que nos educamos en las ideas del Apóstol, del Che y Fidel.

Venezuela supo de su sacrificio, entrega y constancia por seis años que duró la misión.

Su pequeña hija  nunca estuvo separada de ella,  el orgullo de tener una madre internacionalista, siempre estaba en su pensamiento y acción.

Si algo de más vivo orgullosa, es de su carácter delicado y dulce, con un corazón  lleno de amor para repartir.

 

 

 

Que prevalezca la salud y la vida.

Que  prevalezca la salud y la vida.

Por: Elízabeth Silva R.

La epidemia AH1N1 hace peligrar la vida de muchos, incluyendo las  más vulnerables: niños, embarazadas y personas con riesgos por enfermedades.

Muchas vidas cobra ya este virus que se convierte en pandemia.

Los  que no tienen acceso al sistema de salud por restricciones económicas, mueren, otros viven con el temor al riesgo de contraer la enfermedad sin esperanzas.

El impacto de la situación económica mundial nos atañe a todos, pero los que saben utilizar los recursos económicos de forma racional y lo ponen a disposición del pueblo, nada tienen que temer.

Cuba es un país subdesarrollado, que permanece bloqueado por casi cincuenta años y con recursos limitados, pero por sus condiciones excepcionales de justicia social e igualdad, posibilita que la salud llegue a todos por igual, hasta los más recónditos parajes del país de forma gratuita.

El Estado Cubano dedica todos sus esfuerzos para lograr una vigilancia médica esmerada mediante la atención primaria y especializada a cada persona.

En estos momentos,  en que el virus de la Influenza nos afecta,  en este territorio no lamentamos ni una sola muerte, todas las personas son atendidas de manera profiláctica y se hacen pesquizas en las escuelas, círculos infantiles, centros laborales y comunidad para ofrecer la debida atención.

Estas bondades que nos brinda nuestro sistema NO podemos obviarlas.

Puerto Padre, una ciudad pequeña, pero con un gran capital humano, profesional y científico hace que prevalezca la salud y la vida.

 

 

Profesión de grandes.

Profesión de grandes.

 

Por: Elízabeth Silva R.

“Es la medicina como el derecho, profesión de lucha; necesítase un alma bien templada para desempeñar con éxito ese sacerdocio…” Así definió el Apóstol José Martí la noble profesión de los médicos.

Los galenos son  profesionales de una alta espiritualidad, de amor al prójimo y desinterés material. Son  irradiación de amor y paz para los que las necesitan.

En su andar por la vida reparten  no solo salud, vinculan su quehacer con las necesidades de la sociedad.

Médicos como Carlos J. Finlay, que puso sus  conocimientos para  bien de la humanidad y dejó por siempre los beneficios de su sabiduría; el Che,  Piti Fajardo, Mario Muñoz que no solo curaron males corporales, sino  también los sociales.

Esta profesión de mujeres y hombres de almas templadas que no le temen a las adversidades, se crecen en su noble faena de precaver y curar a la vez desafiando peligros, distancias y sentimientos.

Educados en los médicos que les antecedieron, de  los que dieron todo por el bien de los demás, está nuestro invencible ejército de batas blancas, esos que con amor infinito hacen honor a  su vocación de ejercer en el momento y lugar que los necesiten.

En Venezuela, Bolivia, Timor  Leste o Eritrea, no importa si es  en territorios distantes, subiendo y bajando cerros, cruzando ríos, selvas, donde siquiera se podía soñar con atención médica, están nuestros galenos, firmes, con el inmenso amor que colma sus corazones para repartir entre los necesitados y la seguridad de cumplir con el ejercicio de  su profesión de lucha con éxito.

Los médicos  de la familia están allí, donde más los necesiten, materializando un deseo que parecía inalcanzable para los desposeídos y que hoy los cubanos hacen realidad, convirtiendo  un sueño en una bella realidad,  lo inalcanzable en patrimonio de todos.

 

 

 

La medicina, derecho de todos.

La medicina, derecho de todos.

Por: Elizabeth Silva Rodríguez

“La verdadera medicina no es la que cura, sino la que precave”, sentenció el Apóstol de Cuba José Martí  y a esta hermosa tarea se dedican los médicos cubanos desde el mismo triunfo de la Revolución en l959.

En el Programa del Moncada, Fidel Castro expresó la situación que presentaba la salud en el país antes del triunfo revolucionario; existía solo un médico  para atender a  más de mil personas y eso, si tenía dinero.

Morían niños de enfermedades evitables, la expectativa de vida no rebasaba los sesenta años y las vacunas eran privilegio de unos pocos. La medicina era todo un negocio.

Se hacía necesario un cambio radical para acabar con todos estos males .La Revolución  Cubana se encargó de eso.

Una de las transformaciones más importantes ocurridas  en el país después del 59 es que la medicina pasó a ser patrimonio de todos; se abrieron hospitales, policlínicas y una de las ideas más geniales de Fidel Castro se materializó: la creación de los consultorios de los médicos  de familia, que posibilita la atención primaria de la población y la prevención de las enfermedades.

La labor del médico de familia va más allá de la profilaxis y la cura, conviven en la comunidad con sus pacientes  y con la familiaridad  característica en los cubanos, forman parte de ella.

Los galenos son aquellas personas abnegadas que trabajan sin horario ni descanso para llevar la salud a cualquier parte del mundo, ellos son símbolo de dedicación y entrega.

Muchos son los profesionales de la salud que cumplen con la hermosa tarea de ayudar en pueblos de Latinoamérica,  Asia y África, que superan  la lejanía, barreras del idioma  y  separación de sus familiares para cumplir con el sagrado deber de ayudar a los necesitados.

En los cerros o las montañas de América, cruzando ríos  o caminando largos trechos,  llevando salud a los humildes, a los que nunca tuvieron esa posibilidad, están los médicos cubanos, ellos llevan  esperanzas de vida en sus manos  para repartirla con infinito amor.

Logro de la medicina en Puerto Padre.

Logro de la medicina en Puerto Padre.

Por: Elizabeth Silva Rodríguez.

Es la medicina como el derecho, profesión de lucha: se necesita un alma bien templada para desempeñar con éxito ese sacerdocio. Así son nuestros médicos, personas con amor a la vida de los demás, llenos de sensibilidad humana, dispuestos a sacrificar sus horas de descanso, sus ratos de esparcimiento, desvelos e intensas jornadas de trabajo para devolverle la salud a quienes los necesitan.

Así es el joven especialista de primer grado en Otorrinolaringología, Nodiel Sobrecuevas López, galeno talentoso formado por la Revolución que tuvo la oportunidad de participar en una intervención quirúrgica practicada por primera vez en este territorio.

Se trata de un pólipo antrocoanal de dimensiones extraordinarias, y es aquí precisamente donde está la rareza de este caso, en sus dimensiones.

Nos narra el joven galeno, que el paciente Alfredo García Hernández, de 79 años de edad hacía tiempo presentaba la patología (poco más de 20 años) pero nunca se decidió consultar un facultativo., por lo que el pólipo creció hasta alcanzar más o menos 10 centímetros. Refiere el doctor Sobrecuevas que la hiperplasia de la mucosa de los senos paranasales, evolucionó, creció y llegó hasta la hipofaringe, es decir, hasta la entrada del esófago, por lo que el paciente presentó dificultades para alimentarse, fundamentalmente para deglutir los alimentos. Producto del esfuerzo que él realizaba al tragar, la masa tumoral se desplazó hacia delante y obstruyó la entrada del aire hacia la laringe.

¡Aquello fue terrible! Nos narra Alfredo con la lucidez de sus 79 años. ¡Yo estaba desayunando y casi me asfixio con una migaja de pan, comencé con una fuerte tos, constante. Enseguida llamaron al Sistema de Urgencia Medica y me trasladaron hacia el Hospital Guillermo Domínguez, de Puerto Padre. La atención allí fue excelente, por los doctores Sobrecuevas y Medina.

Al continuar la conversación con el doctor Nodiel Sobrecuevas López nos comenta que de inmediato, el paciente fue trasladado al quirófano e intervenido con la premura que el caso requería y es entonces cuando se enfrentan a algo nunca visto, un pólipo antrocoanal catalogado como gigante. Con la maestría y destreza que caracterizan a nuestros profesionales de la salud, culmina la operación con éxito. Alfredo evoluciono de forma satisfactoria y egresa del hospital a las 72 horas en perfecto estado de salud, oportunidad que aprovechamos para visitarlo en su casa, del poblado de Delicias y comprobar, por nuestros propios ojos, uno de los logros de la medicina en Puerto Padre.

Un hombre simpático y vivaz, nos recibe, diciéndonos anécdotas y refranes propios de los cubanos, nos expresaba, que desde joven, le gusto cantar, hacia mucho tiempo no lo podía hacer. Para nuestro asombro, Alfredo entono un hermoso bolero, con la claridad y fluidez que corre el agua de los ríos. Al despedirnos nos manifestó: Este bienestar se lo debo a esos jóvenes que con tanto amor, me devolvieron la salud, a Fidel, que hizo la Revolución, para que todos tengamos acceso a operaciones complicadas como la mía sin pagar ni un solo centavo.

Hasta esta ciudad costera del norte tunero llegan las bondades de un sistema que vela por el bienestar de todos y que pone a disposición del pueblo recursos humanos y materiales para asegurar la salud y la vida, sin escatimar esfuerzos ni costo alguno, solo la satisfacción del deber cumplido, por parte de jóvenes médicos formados en este país.