Siempre a mi lado

Aunque mi madre ya no está conmigo permanece siempre a mi lado, porque guardo de ella los más gratos recuerdos de amor, fidelidad, constancia, ayuda incondicional, pero  sobre todo su paciencia y su infinito amor.

Recuerdo que de niña era muy traviesa y con toda la calma del mundo solucionaba el problema;  no me gustaba asistir a la escuela y ahí sí fue severa, entre regaños y alguna que otra nalgada me obligaba a asistir; siempre fue así, en cada enseñanza que cursaba estaba presente su aliento y colaboración. Recuerdo mis años de Universidad como me aconsejaba para que nunca dejara los estudios ( porque a veces viraba de Palma Soriano y cuando llegaba, ¡ allá van los regaños  y temprano en la madrugada de nuevo a Santiago ¡ ) Me obligaba a estudiar todos los días y sobre todo, me exigía no memorizar, recuerdo que se sentaba junto a mí en horas de la madrugada, leía los libros y me decía: “¡ ahora, resume lo leído, no memorices, razona!”. Sabia mi madre, sin ser universitaria, pero sí instruida me guió para lograr ser una profesional, sus recuerdos siempre están junto a mí, por eso jamás he dejado de estudiar, la superación es y será mi primera prioridad, en ella está presente mi adorada madre, donde quiera  que esté le agradezco y venero.