La virtud de ser héroe
Por: Elizabeth Silva Rodríguez.
Pasó a la eternidad con la virtud de ser héroe, por estar entre los que pelean por hacer a los pueblos libres y luchar contra la pobreza y desgracias
El eco de sus pasos de guerrillero se escucha en América, venciendo el hambre, la sed, el frío, las enfermedades, con su adarga al brazo y el corazón lleno de esperanzas libertarias.
El continente americano le abrió los brazos para jamás dejarlo ir, lo conoció, supo de sus cualidades, de sus ansias de luchar por los que sufren la opresión y desmanes del imperialismo, de las miserias de los pueblos explotados.
Su juventud no fue impedimento para conocer estas verdades y comprender de lo que se es capaz cuando existen ideas claras y conocimiento profundo de la realidad.
Cuba lo acogió como su hijo, aquel argentino, latinoamericano, patrimonio de todos los que aman la paz es de los que crean una obra que perdura toda la vida.
Del eterno guerrillero, no se puede hablar en pasado, sino en presente y futuro.
Su recia personalidad inspira a transformar el mal en bien, carencias en abundancia, guerra en paz, el odio en amor.
Su transparencia, austeridad , exigencia, entrega e inclinación a la justicia hicieron de él un hombre cabal y sin tacha.
El combatiente de la sierra y el llano, luchador antimperialista, el médico de profundas convicciones marxistas y amor al prójimo, el ministro o sencillamente, el compañero o amigo, irradia luz en su andar al lado de los pobres de la tierra demostrando que sus sueños de victorias se hacen realidad en una América que camina cada vez más en cuadro apretado, coincidiendo con el pensamiento que lo llevó a la gloria.
No es un santo, no es un mito, es un hombre , una historia viva, un símbolo de la entrega total a la causa por la que vivió y vive.
Ernesto Guevara, el Che internacionalista ilumina la tierra americana con la luz de su ejemplo imperecedero como lo hacen los verdaderos héroes.
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