Guitarra y verso como armas

Por: Elízabeth Silva R

El arte, como reflejo de la sociedad ajusta la belleza al pensamiento y la justicia. En ese camino, de divulgar la verdad de René, Gerardo, Ramón, Fernando, Antonio a través del canto y la poesía está, Crecencio Ochoa Atencio, El Charro, un puertopadrense que condena al imperio por mantener prisioneros a nuestros hermanos sin culpa alguna.
El amor que él siente por las causas justas lo inspiró a escribir una canción dedicada a los antiterroristas cubanos, donde se combinan la cubanía, patriotismo y el respeto por sus cinco hermanos prisioneros en Estados Unidos desde 1998.
Guiado por las concepciones martianas de que el arte aviva y ennoblece, Crecencio con su guitarra y la poesía como armas, no descansa ni un instante en el quehacer por la libertad de los Cinco; en cada acción que se realiza ahí está él, con su optimismo y firmeza en esta lucha por el definitivo regreso.

El arte que afirma los sentimientos y los hace crecer en el alma para bien de todos, despierta cada día al Charro, un hombre sencillo, de extraordinaria sensibilidad humana; con guitarra al hombro recorre caminos exigiendo con su canto, libertad para nuestros hermanos prisioneros políticos del imperio.