La causa de los Cinco es de todos

Por: Elízabeth Silva Rodríguez

Mientras más tiempo pasan encarcelados los antiterroristas cubanos más apego se debe sentir por esa causa.

Ellos son hombres que dejaron atrás su vida junto a los suyos para servirle no solo a la patria, sino a la humanidad.

Son víctimas de injusticias y venganzas por parte del Gobierno de Estados  Unidos, fueron víctimas también  de dudas por parte de quienes los conocieron  y hasta de sus familiares.

Al principio René, Gerardo, Ramón, Fernando y Antonio eran cinco cubanos considerados  desertores de su país para busca mejor vida, para sus amigos eran traidores. 

Sin embargo, nadie era capaz de imaginar cuánta grandeza guardaban aquellos hombres, que a riesgo de sus vidas, iban como soldados  de la patria,  en silencio, como los enseñó El Apóstol, a librar una cruenta batalla para el bien de la humanidad.

Muchos momentos riesgosos y difíciles vivieron y viven esos hombres, pero en ellos siempre prima el amor al sentimiento que los impulsó a cumplir tan importante y riesgosa tarea.

Atrás quedaron la patria, la familia, sus amores, planes futuros… Fueron llamados al combate y acudieron como ejemplares hijos  de esta valiente tierra.

El destino les jugó una mala pasada; la injusticia se ensañó contra ellos y  la venganza tan anhelada por los enemigos se convirtió en su realidad; injustas y largas condenas con las más increíbles violaciones de las leyes.

Quince años de encierro llevan  los antiterroristas cubanos bajo las más crueles condiciones, en un país que odia todo lo que emana de Cuba; nuestros enemigos desconocen qué es el altruismo, el amor a la patria, el respeto y el deber hacia ella.

Por suerte, esta causa ya es de muchos, de millones, que esperan con sus armas solidarias en las manos la libertad de los Cinco, que estamos seguros se logrará con el accionar de todos.