Diálogo aleccionador.
Por: Elízabeth Silva R.
En mi andar cotidiano en busca del conocimiento y la solidaridad con nuestros cinco hermanos detenidos de forma ilegal en cárceles de Estados Unidos, visito colectivos laborales y centros estudiantiles, en esta oportunidad presencié un diálogo aleccionador.
El amor que le impregna nuestro pueblo a desentrañar la verdad y la justicia para nuestros compatriotas es inmenso, para que estas voces que alzamos aquí, trascienden a todas partes del mundo.
En este quehacer compruebo como todos nos involucramos en la lucha porque Gerardo, Ramón, René, Fernando y Antonio regresen a la patria ya; emprendí mi visita a la escuela Hermanos Saíz, de esta ciudad de Puerto Padre y me llamó la atención una conversación entre dos pequeñas, hacía la narración con elocuencia increíble. No podía concebir que una niña de solo nueve años fuera capaz de expresar tantos criterios formales y profundos con tanta seguridad y madurez.
Con la grabadora en mano, me acerqué, le pregunté: - ¿me permiten? Ellas accedieron y las escuché con atención.
Patricia García, alumna de quinto grado, le decía a su compañera Margarita, que ella conserva muy dentro de su corazón una historia que le narró su abuela María Dolores y que la marcó para siempre.
Patricia continuó diciendo:
- Cierta vez mi abuela mi hizo una historia acerca de cinco héroes prisioneros en cárceles de Estados Unidos, que se les acusaba de espías y terroristas. En aquel tiempo, como era pequeña, no sabía que era el terrorismo ni tampoco que quería decir eso de espías. Ella me explicó y comprendí que esas acusaciones eran falsas. Desde entonces, investigo, escribo cartas, busco información sobre los cinco cubanos luchadores antiterroristas presos en Estados Unidos y nunca se borró de mi mente aquel recuerdo ni la tristeza que sentí al pensar en ellos, además, jamás he comprendido como pueden tener en la cárcel a personas que no han hecho nada, que no hicieron daño.
Ahora, que crecí y comprendo mejor las cosas, compruebo la grandeza de René, Gerardo, Ramón, Fernando y Antonio, ellos pusieron sus vidas a disposición de la patria, de todos nosotros, para evitar muertes y destrucción, además, no son espías, solo querían el bien para nuestra patria, querían prevenir los ataques por parte de los terroristas; son cinco hombres que aman la paz y la libertad, y como nos dice la maestra, son verdaderos ejemplo de altruismo.
Esta historia colmada de injusticias, patrañas, manipulación de leyes y todo tipo de violaciones, la viven nuestros hermanos prisioneros del imperio y es la más infame que conoce sistema jurídico alguno.
Al despedirme agradecí a las pioneras Patricia y Margarita aquel diálogo, donde me permitieran escuchar un tema tan profundo en voces de dos niñas y que además, me sirvió de inspiración para un reportaje.
“… la justicia es ley humana suma.” José Martí.
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