El Mayor
Por. Elízabeth Silva R
Cuando de justicia se hable debemos recordar a un ilustre cubano, abogado, que puso su conocimiento de la justicia al servicio de la libertad de Cuba.
Ignacio Agramonte y Loynaz, El Mayor, hombre fiel a sus principios y honor, a la verdad con su lenguaje sencillo para convencer a todos.
El legado histórico de este hombre del derecho es digno a imitar por muchos juristas en el mundo, que lejos de actuar con ética y defender la verdad, se parcializan y se ponen al lado de los poderosos para complacer sus caprichos y designios.
De él aprendimos a decir la verdad sin temor, para que impere siempre, es por eso, que hoy más que nunca lo recordamos, porque nos enseñó que a la ley no se le niega el corazón, sino la forma inoportuna en que se aplica, como se ha hecho en el caso de los cinco cubanos luchadores contra el terrorismo, que permanecen en las cárceles de Estados Unidos desde hace casi doce años y donde las leyes no han demostrado su respeto.
Cuando de justicia se hable debemos recordar a un ilustre cubano, abogado, que puso su conocimiento de la justicia al servicio de la libertad de Cuba.
Ignacio Agramonte y Loynaz, El Mayor, hombre fiel a sus principios y honor, a la verdad con su lenguaje sencillo para convencer a todos.
El legado histórico de este hombre del derecho es digno a imitar por muchos juristas en el mundo, que lejos de actuar con ética y defender la verdad, se parcializan y se ponen al lado de los poderosos para complacer sus caprichos y designios.
De él aprendimos a decir la verdad sin temor, para que impere siempre, es por eso, que hoy más que nunca lo recordamos, porque nos enseñó que a la ley no se le niega el corazón, sino la forma inoportuna en que se aplica, como se ha hecho en el caso de los cinco cubanos luchadores contra el terrorismo, que permanecen en las cárceles de Estados Unidos desde hace casi doce años y donde las leyes no han demostrado su respeto.
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