Un camino que no se debe abandonar
Por: Elízabeth Silva R.
Una luz ilumina a Europa después de tiempos sombríos, guerras, muertes y destrucción.
La Primera Guerra Mundial dejó un saldo de millones de muertos y territorios devastados; e ocurre entonces un viraje, una guerra injusta da paso a una nueva vida: el triunfo de la Gran Revolución Socialista de octubre.
El socialismo triunfaba en uno y otro país de Europa y con él la instauración de un nuevo sistema cualitativamente nuevo, diferente y superior a los todos los regímenes precedentes, capaz de dar justicia e igualdad social, de eliminar la explotación del hombre por el hombre e implantar la propiedad social sobre los medios de producción, para que el obrero fuera dueño de su trabajo y del producto de éste, y así le diera cumplimiento a su misión histórica.
Vladimir I. Lenin junto a su Partido Comunista, fue el artífice y líder de esa Revolución, que poco a poco se diseminó por todo el mundo, hasta convertirse en sistema.
La Revolución Socialista de Octubre abrió una nueva era y posibilitó muchas bondades para los humildes y explotados.
Hoy, cuando muchos abandonaron las banderas del socialismo, otros las toman como la única y verdadera opción de paz y equidad.
Socialismo es sinónimo de igualdad, justicia, solidaridad, ayuda a los desposeídos, un camino que NO se debe abandonar.
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