Guerrilleros con altura de gigantes
Por: Elízabeth Silva R
Dos hombres, guerrilleros con altura de gigantes, nacidos para el bien de la humanidad, cabalgan eternamente en la historia, América los acoge.
Hacedores de sueños libertarios, conocedores de las artes de guerra, de estrategias y tácticas militares, con fortaleza en la mente y en el brazo.
Las cualidades excepcionales de estos combatientes los describen como paradigmas.
Dignidad, honor, firmeza, valentía, coraje, describen sus recias personalidades.
Jamás se pusieron de acuerdo con el enemigo, jamás claudicaron; en sus pensamientos estaba siempre el deber con la patria.
Del Titán de Bronce aprendimos su intransigencia, bravura, su desprecio al enemigo que osara agredirnos, su posición siempre fue firme, mantenerse en la lucha sin desmayar ni un solo instante, reconociendo la fortaleza del enemigo, pero demostrando nuestra superioridad por los sentimientos y concepciones que nos impulsan a lograr nuestros objetivos pero sin ceder.
Del Guerrillero Heroico heredamos la disciplina, exigencia, nos enseñó que del enemigo no podemos confiarnos ni un tantito así, nos enseñó el camino de solidaridad y justicia que nuestros pueblos agradecen.
Difícil es mencionar tantos valores sin omitir alguno, pero estos dos hombres que nacieron para no morir, que germinan como semillas para bien de los que aún sufren las secuelas del látigo imperial, les muestran cuánto se puede hacer por alcanzar el decoro.
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