Cultivador de tradiciones
Conversar con Renael González es un inmenso placer para cualquier persona que conoce la cultura de este pueblo y todo cuánto él aporta a ella. Maestros de generaciones de poetas y defensor de nuestras tradiciones y cubanía en un género tan difícil como es la décima escrita.
Renael es un hombre sencillo y humilde; conocido y querido por todos, cualquiera lo ve caminando por las calles de la Villa Azul de Cuba y no se imagina cuánta grandeza posee.
Poeta por excelencia; las letras de sus versos hablan del amor, la vida, nuestros campos y los hace con elegancia, frescura y delicadeza total.
“ ¿ Tu mirada ? Tu mirada es el más perfecto modo de decirlo todo, todo, aunque no hayas dicho nada. Qué magia tienes guardada, qué poder bello y profundo? Tu mirada en un segundo me siembra un año de antojos y cuando cierro los ojos se queda sin luz el mundo”; poema que materializa su sensibilidad artística y humana; encarna ese tipo de personas que no pueden pasar inadvertidas por el tiempo y la historia cultural no solo del terruño, sino de otras fronteras; con la paciencia y carácter tan peculiar en él ha ejercido su magisterio con generaciones de mujeres y hombres de este pueblo para que la décima no se pierda.
Renael es creador del primer taller literario de la décima en Las Tunas y más tarde el Grupo Espinel Cucalambé con los decimistas escritores, fundado el 26 de febrero de 1993, idea que creció para bien nuestro y que tienen su materialización en las fiestas Cucalambeanas.
El Grupo Espinel Cucalambé dejó de ser local para convertirse en provincial, nacional y más tarde en internacional; las visitas de personalidades de esa manifestación artística, profesores universitarios y estudiosos de la décima de Islas Canarias, Islas Baleares, Estados Unidos, México, entre otros, muestran interés por el desarrollo del tema en Puerto Padre, es así como el Grupo pasó a ser Iberoamericano.
En todo este quehacer poético, en el cultivo de la décima en nuestro territorio y defensa de nuestra identidad cultural está la mano, el talento y la sapiencia de este hombre sincero, educado e inteligente que ha escrito su nombre para siempre en la historia cultural de Puerto Padre.
Así veo cada día a Renael González, el Maestro como me gusta llamarlo, por su defensa de lo nuestro, su incansable quehacer y sobre todo, por ser cultivador de tradiciones.
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