¿ Habrá justicia.?
Por: Elízabeth Silva R
La causa de los cinco antiterroristas cubanos presos en Estados Unidos ha sido una de las más manipuladas en la historia jurídica de ese país.
El 15 de junio de 2 MIL 9 la Corte Suprema de los Estados Unidos anunció su decisión de rechazar la solicitud de revisión del caso de los cinco.
Millones de personas de diferentes procedencias alrededor del mundo, demandaron la revisión; fue un record de peticiones de “Amigos de la Corte”, miles de personalidades y representantes oficiales de todos los continentes y otras solicitudes que provenían de los propios Estados Unidos.
Recordemos que el país del norte se jacta de tener un sistema político basado en la separación de poderes entre el Ejecutivo, Legislativo y el Poder Judicial, además, tener un sistema construido sobre la base de equilibrios y controles.
Supuestamente se trata de una “forma superior de democracia basada en equilibrios y controles” que evitan el abuso de poder por parte de una u otra de las tres ramas que forman el gobierno de los Estados Unidos.
En el Artículo SEGUNDO, Sección 2, de la Constitución del país del norte, se plantea que el Presidente de los Estados Unidos “…tiene el poder de otorgar alivios y perdones….”. Todo indica que el Presidente Obama, lejos de usar estos poderes constitucionales para liberar a los Cinco, ha mostrado claro a los jueces de la Corte Suprema que ellos deben decidir contra la revisión.
A las claras se observa el matiz político del caso desde el primer día, lo que revela con claridad la decisión de la Corte Suprema y el vergonzoso rechazo de los jueces a explicar públicamente al mundo los fundamentos de su decisión.
Por supuesto que los jueces no están obligados a hacerlo de acuerdo al sistema legal norteamericano, pero en un caso como este, en el que el mundo entero y muchos gobiernos están atentos, es necesario una explicación para que en todos los rincons del mundo lo conozcan.
Somos testigos de una de las mayores ironías en la actual escena política internacional. Los cinco son castigados de la manera más cruel e injusta sin delito alguno, vista por la humanidad: su causa: actividades pacíficas antiterroristas.
Innumerables evidencias documentales demuestran la inocencia de René, Gerardo, Ramón, Fernando y Antonio, el Gobierno de Estados Unidos solo tiene que hacer gala de lo que tanto propugna su Constitución y llevarla a la práctica, estamos seguros que si actuaran así, los cinco estarían de vuelta a la patria de inmediato.
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