Vilacions sin límites
Por: Elízabeth Silva R.
Las violaciones en el proceso de los Cinco son tantas que sobrepasan los límites de la decencia.
Gerardo Hernández Nordelo enfrenta en estos momentos una situación muy difícil.
Las semanas que se avecinan serán decisivas para la conclusión del proceso de Habeas Corpus o solicitud de permiso de revisión del caso, y como ha ocurrido en oportunidades anteriores, enfrenta nuevos y graves inconvenientes que se añaden a su difícil condición carcelaria.
Desde junio del pasado año, la defensa de Gerardo formuló la solicitud de revisión del caso y aportó nuevas pruebas que demuestran su inocencia, pruebas que jamás quisieron reconocer los tribunales para manejar esa causa a su antojo y darle el matiz político que ellos necesitaban.
De nuevo se violan los más legítimos derechos de los prisioneros y las propias normas norteamericanas.
En estos momentos cruciales para Gerardo surgen dificultades adicionales que hace más difícil su situación: le impiden la comunicación con los abogados, con funcionarios consulares cubanos, se le imposibilita el acceso a la correspondencia, incluida la de carácter legal relacionada con su caso, unido a la negación de visita de sus familiares.
¿En qué sistema jurídico le impiden el acceso de los abogados a sus representados y la posibilidad de ser visitados por la familia? ¿ No es acaso un derecho legal de todo prisionero?
NO podemos permitir que la injusticia se ensañe contra una persona inocente que no mató ni atentó contra la integridad territorial del país del norte; no existen pruebas que demuestren que sus manos estén manchadas de sangre ni que fuera un espía.
Los quebrantamientos de las leyes de que son víctimas Gerardo Hernández Nordelo y sus cuatro hermanos presos en cárceles de Estados Unidos, es el resultado de la política obsoleta del imperio que no quiere ni puede reconocer que existan hombres como los Cinco, con dignidad y decoro para poner sus vidas al servicio de los más nobles sentimientos hacia la humanidad.
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