La desvergüenza del país del norte

Por: Elízabeth Silva R.

“ A la desvergüenza del mundo le parece siempre lisonja la justicia”;  estas sabias palabras de José Martí, el Apóstol de la guerra de Independencia de Cuba, afloran a mi mente  al reconocer la parcialidad y mentiras en el juicio del terrorista confeso Luís Posada Carriles.

Ahora conocimos que la fiscal Carollin Heck-Millar fue quien procesó a los Cinco  en Miami, es la misma que se negó a presentar cargos penales contra Luis Posada Carriles, pese a una petición del Departamento de Seguridad.

Gina Garrett-Jackson, abogada de inmigración del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos,  confirmó esa información.

El protegido  del tan fisurado sistema jurídico de ese país es procesado de una forma muy singular: acusado de once cargos, ninguno por terrorista; eso nada tiene que ver con  la realidad,  NO se le condena, se le encubre, ¿ qué constitución y qué sistema jurídico imperan en esa nación que niegan la imparcialidad y equidad  en sus leyes?

La abogada de inmigración de Estados Unidos, Gina Garret Jackson dirigió el caso de asilo de Posada Carriles en el 2 MIL 5 y le pidió a  la fiscal Carollin Heck-Millar que considerara procesar penalmente a Posada, pero ella no estaba interesada en eso, por tal motivo NO insistió.

 René, Gerardo, Ramón, Fernando y Antonio fueron condenados en Miami a largas sentencias, pese a la ausencia de evidencias que probaran su culpabilidad.

La Heck-Millar es la fiscal que  reclamó llevar a juicio el caso de los Cinco, la misma que negó el traslado  hacia otro lugar que no estuviera prejuiciado contra Cuba, la que jugó un papel decisivo en que nuestros hermanos fueran condenados a pesar de su inocencia.

Quizás todo eso parezca absurdo, pero así son las disposiciones en el país del norte, no hay respeto a su Constitución, a sus leyes y mucho menos a su justicia, esa, en la que no cabe demora y la que manda a reconocer que el mundo adelanta por la obra unida, la que salva y es inevitable esquivar.

Muy pronto tendrán que reconocer quién es el verdadero asesino y la inocencia de nuestros hermanos, porque la verdad una vez despierta, no vuelve a dormirse.