Hombre de realidades multiplicadas.
Por: Elizabeth Silva Rodríguez.
Peleó para hacer los pueblos libres y padeció en pobreza por defender su gran verdad; América conoció sus sentimientos integradores y libertarios.
Hombre de realidades multiplicadas y repartidas por el mundo, formado en las más cabales convicciones del deber y el honor.
Su honradez le imprimió vigor a la defensa en lo que creyó.
Amigo, hermano, camarada, comandante sencillo de pueblo, con ideas firmes, impregnado de modestia y sencillez, cualidades innatas en él.
Sus concepciones, como árboles venían de profundas raíces, firmes, útiles, esenciales y maduras, que lo engrandecieron por su entrega y sacrificio.
Era héroe todos los días, y lo sacrificó todo por el bien de la humanidad; nunca miró de qué lado se vivía mejor, si no dónde estaba el deber y su cumplimiento le dio una luz inextinguible que lo llevó a la gloria.
Guerrillero de pensamiento maduro y disciplina férrea, de inmenso sentido de la justicia y humanismo.
Su muerte no fue verdad porque sus pensamientos fructifican en todos los que en él creemos y con esa fuerza, engendran nuevos sentimientos en nuestras tierras de América.
0 comentarios