Sueño de una niña.

Por: Elízabeth Silva Rodríguez.

Desde la grandeza de su niñez, Martha Iris Otazua Hernández, pionera de ocho años, que cursa el tercer grado en el Seminternado Camilo Cienfuegos, de Puerto Padre, se formula interrogantes difíciles de responder.

Esta pequeña, amante de la lectura  y de encontrar respuestas a cada pregunta, se siente impaciente al no poder responderse por qué René, Gerardo, Ramón, Fernando y Antonio están presos a pesar de su inocencia. No comprende  como pueden tener encarcelados a cinco hombres cuya labor era luchar contra el terrorismo.

Me comentaba esta niña vivaz, ávida de conocimientos y de argumentos convincentes, que ella tiene un gran sueño; por un momento pensé en fantasías infantiles, juguetes, paseos. Mi asombro fue tal, que por un momento quedé sin palabras.

Su sueño  no es algo común, es más bien un deseo nacido desde el fondo de su corazón, cultivado por sus padres, abuela y maestros.

¿ Cuál es tu mayor ilusión ? Le pregunté.

_ ¡Que vuelvan para siempre los cinco hermanos secuestrados en el imperio. Ellos no le han hecho daño a nadie, defendían a los pioneros, a todos los cubanos y a los norteamericanos también. ¡

Aquellas palabras me emocionaron de tal forma,  que apenas pude contener las lágrimas. Una niña, tan pequeña y que comprenda cuántas injusticias se cometen contra cinco dignos hijos de Cuba.

Cuando me despedía de aquella intranquila,  pero inteligente niña, me formuló una última pregunta:

-¿ Por qué Ivette no puede ver a su papá .? Qué menos le debe echar .¡

Le expliqué con palabras sencillas, que con esa actitud, el gobierno norteamericano trata de doblegarlos, pero como respuesta  René y sus cuatro compañeros, se mantienen firmes, defendiendo, desde su posición de soldado de la Patria, la paz y la tranquilidad de los pioneros y de todas las personas del mundo.

Así es esta pequeña, capaz de comprender y condenar las injusticias desde la grandeza de su niñez y luchar  por materializar su sueño de niña.