Para papá
Siempre recuerdo a mi padre, un hombre sencillo, trabajador, culto, amoroso.
Aunque lo perdí para siempre siendo pequeña recuerdo su predilección por la lectura, en su almohada siempre guardaba unos libros que me gustaban, porque en la portada tenía un hombre montado a caballo con un escudo y una lanza; con suavidad me lo quitaba y me decía:- no sabes leer aún, no lo entenderás.
Entonces me narraba parte de su lectura, que apenas entendía; era Don Quijote de la Mancha. Cervantes, Shakespeare y Heminway eran sus autores favoritos y entre todos, José Marti.
De él aprendí conceptos marxistas, que en aquel momento no lo sabía, me hablaba de la plusvalía y sus consecuencias para la clase obrera que tan útiles me han sido en las clases de Economía Política que imparto a mis alumnos y que tantos recuerden me traen.
Tengo gratos recuerdos de él, de su cariño, su forma dulce para tratarnos, su dedicación a nosotros.
Por desgracia lo disfruté poco y aún lo siento porque hubiera sido maravilloso compartir con él muchos años, como lo hicieron mis hermanos; tenía diez años cuando falleció y nunca comprendí esa muerte tan repentina, su corazón no quiso seguir latiendo.
Dondequiera que esté lo recuerdo con amor y respeto por todo lo bueno que tributó para mi vida.
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