No están solos

Por: Elízabeth Silva R.

Lo peor que puede pasarle a alguien dentro del sistema de justicia norteamericano es estar solo. La solidaridad es necesaria para indicar que el mundo está vigilando y que la ley debe cumplirse.
Por eso, en estos momentos la solidaridad es decisiva, sabemos que Gerardo y sus tres hermanos NO están solos, pero son tiempos de demostrar la energía de la honradez para cruzar aceros contra los fuertes arrogantes y hacer que la justicia avance con la obra unida de todas las personas, que en gesto de honor y vergüenza defienden una gran verdad: la inocencia de los Cinco cubanos que supieron ir a su trinchera de combate y evitar que acciones terroristas interrumpieran la paz y seguridad NO solo de Cuba, sino de Estados Unidos también.
Hoy, cuando el gobierno de Estados Unidos mantiene silencio ante la solicitud de revisión del caso de Gerardo y no da respuesta a la necesidad de celebrar un proceso transparente se necesitan voces que griten al unísono verdad y justicia para esos cubanos que no tienen sus manos manchadas de sangre, sino que son portadoras de amor y paz, gesto de nobles patriotas y soldados del honor.
Se cederá en lo justo porque lo injusto caerá solo; algún día, los principales acusadores de Gerardo Hernández Nordelo y sus compañeros comprobarán que en la justicia no cabe demora y quien dilata su cumplimiento la vuelve contra sí.