Mis cinco hermanos
Por: Elizabeth Silva R.
Tengo cinco amigos que desafiaron peligros por hacer felices a los hombres de su patria, por proteger sus vidas y entregarles la seguridad necesaria.
Viven en peligros, amenazas, mentiras y chantajes para que se rindan y renieguen de la tierra que los vio nacer.
Mis cinco amigos no creen en coacciones porque actúan por amor a una causa en la que confian y creen.
No importa que desestimen sus criterios ni reconozcan la transparencia en su actuar, ellos permanecen firmes sin un solo ápice de debilidad.
Inspirados en los preceptos del Maestro, quien los enseñó a ser antimperialistas, permanecen fiel, en cumplimiento de condenas absurdas que nada tienen que ver su justa causa.
Son innumerables las prohibiciones de un imperio que no tiene límites a la hora de cometer injusticias, pero ellas tienen de bueno que por si mismas provocan el modo de remediarlas; las acciones de las personas de buena voluntad, con su accionar unido, serán las encargadas de hacerlo y nuestros enemigos, a pesar del temor que sienten, no podrán resistirse.
El tiempo será testigo de que se cede en lo justo con la presencia de la solidaridad porque lo injusto caerá solo.
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