Injusticias
Por: Elízabeth Silva R.
Cuando analizamos el caso de los Cinco, todas las violaciones cometidas con ellos y su familia es inevitable la ira y el dolor.
Casi catorce años de encierro injustificado, celdas de castigo, privaciones, no ver la luz del sol, ni respirar aire puro y mucho menos sentir la calidez del abrazo de un ser querido.
Las visitas de los familiares de los Cinco son a distancia, un abrazo al llegar y al despedirse, sin existir otras manifestaciones de cariño, ni siquiera visitas conyugales; así son las reglas que imponen las leyes en Estados Unidos, al impedir que cinco cubanos inocentes, presos por amar la vida de los demás y evitar sus muertes, estén junto a los suyos.
Los preceptos carcelarios del imperio les ha robado la vida a René, Gerardo, Ramón, Fernando y Antonio.
René, Ramón y Antonio no han podido ver crecer a sus hijos; estar en los momentos felices y hasta en los difíciles, para ofecer su hombro, o simplemente, una sonrisa cálida portadora de amor.
Las crueldades contra los antiterroristas cubanos se convierten en venganza brutal sin límites; a Gerardo y Fernando les niegan la posibilidad de ser padres, de materializar la prolongación del amor de las esposas en los hijos tan deseados y que aún no saben si pueden llegar.
Las injusticias de que con víctimas los cinco cubanos prisioneros políticos del imperio, se extreman; las personas honestas con sus acciones solidarias tienen ya en sus manos las vías para remediarlas y lograr que ellos estén pronto de vuelta a la patria.
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