La verdad se abrirá paso
Por: Elízabeth Silva Rodríguez
Un inmenso torbellino está por llegar al juicio de Luís Posada Carriles.
El martes comenzó la presentación de evidencias y el testimonio sobre las bombas que explotaron en varios hoteles y restaurantes en La Habana en MIL 997, una de las cuales mató al turista italiano, Fabio Di Celmo, el 4 de septiembre de ese mismo año, en el Hotel Copacabana, de la capital cubana.
Hasta el momento, el caso de Posada Carriles ha versado sobre infracciones inmigratorias, donde se testimonia sobre su entrada a Estados Unidos, hecho que evidencia la doble moral del gobierno de los vecinos del norte.
A pesar de que sus abogados defensores refieren que entró por México, hay pruebas que desembarcó por Miami, en el Santrina, hace mucho tiempo el líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, lo denunció ante el mundo.
El procesar a Posada Carriles por mentiroso y no por terrorista, es una conveniencia, es casi una obligación para la cúpula del poder estadounidense; mucho le tienen que agradecer por sus bondades: todo un glosario de atentados contra Cuba a petición de sus amos y amigos.
Se considera un delito ayudar a un terrorista confeso entrar a Estados Unidos. Posada ahora niega de manera rotunda su participación en los atentados de La Habana, a pesar de las pruebas irrefutables que todos conocen; su historial está plagado de mentiras, como la cantidad interminables de nombres falsos utilizados y la negación de la autoría de hechos tan graves, como explotar un avión en pleno vuelo, con 73 personas inocentes a bordo.
Esperamos que el juicio de Luís Posada Carriles tome otro matiz de ahora en adelante. Ya están en El Paso, y listos para testificar, los tres expertos cubanos que investigaron esos crímenes en MIL 997:El teniente coronel Roberto Hernández Caballero, miembro del Ministerio del Interior, único testigo cubano en el caso de los Cinco en Miami, el mayor Misael Fonte, perito del Laboratorio Central de Criminalística en La Habana, con 18 años de experiencia e Ileana Vizcaíno Dime, médico forense que examinó el cadáver de Fabio Di Celmo y concluyó que murió a causa de una esquirla, lanzada por un explosivo, que le cortó la yugular.
A pesar de que los Estados Unidos NO acusan a Posada Carriles de terrorista o asesino, las personas de buena voluntad están convencidas de que la justicia, con su lenguaje sencillo, seducirá a las más indiferentes voluntades, triunfará, y a los enemigos de la verdad no les quedará más remedio que reconocerla.
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