Mensaje de amor

 

Por :Elízabeth Silva Rodríguez.

Colmada de amores, como una hermosa flor que se abre y de cada pétalo perfumado brota una nueva flor, es la madre.

La ternura se materializa en cada mujer, la maternidad desarrolla un sexto sentido, aguza el oído, la vista y prevé cada paso de los hijos conduciéndolos por el camino del bien, del respeto, estudio, trabajo y del cumplimiento del deber con infinito amor.

Las madres cubanas son símbolos de ejemplar entrega a la causa de la Revolución, mujeres forjadoras de vida.

Mariana, madre de los Maceo dio hijos a la patria para que lucharan por la libertad.

Rosario García, una noble mujer que educó a sus hijos en convicciones firmes del amor al prójimo y a la causa de los humildes: Frank y Josué País, dos jóvenes que murieron para existir por siempre.

Vilma Espín, combatiente de la sierra y el llano, luchadora por las reivindicaciones de la mujer, madre de todas las cubanas.

Madres internacionalistas que comparten el amor a sus hijos con los hijos de otras tierras, que superan distancias, nostalgias y cumplen con el sagrado deber de ayudar a quienes lo necesitan.

No importa dónde estén, si están presentes o no, lo importante es recordarla, amarla, rendirle un sistemático tributo, un eterno homenaje a la mujer cuya savia es un taller natural que engendra vida.

A las madres de los hermanos detenidos de forma ilegal en cárceles estadounidenses, que sufren las condenas injustas de sus hijos pero no de forma callada, sino en el combate por derribar el muro del silencio hasta lograr su liberación.

A todas las madres del mundo, a las que aman y perdonan, a las que sufren la ausencia de sus hijos, las que luchan por un mundo mejor para que no sean utilizados los alimentos para hacer rodar los vehículos de los poderosos, este mensaje de amor.