La injusticia tiembla.
Por: Elizabeth Silva Rodríguez
.Las lágrimas y el sufrimiento de un pueblo hacen que jamás se borren de nuestras mentes el crimen de Barbados.
Una aeronave de cubana con 73 pasajeros a bordo explotó minutos después de despegar en el aeropuerto de Seawell en esa isla caribeña, víctimas de un atentado terrorista.
El asesino y torturador Luis Posada Carriles fue el autor. Un sanguinario hombre que aún vive y se señorea por las calles de Miami, que dice dormir como un bebé, nada debe según él, claro, porque no sabe qué es la conciencia ni remordimientos, mucho menos del sufrimiento ajeno, de los que perdieron sus seres queridos, de un pueblo que a 31 años del suceso llora a sus muertos como el primer día, pues aun está latente en sus corazones y mentes.
Parece una paradoja que el terrorista mayor no sea considerado un ASESINO, sino un protegido del gobierno norteamericano, aquel que planeó de la forma más vil y despiadada, con el cinismo más cruel y sangre fría la explosión en pleno vuelo de una aeronave de cubana , ese que tiene en su larga hoja de servicios en la CIA una lista interminable de atentados contra Cuba, mientras, cinco jóvenes cubanos están presos de forma injusta en cárceles norteamericanas por solo defender a nuestro país y a los propios Estados Unidos de esos atentados que tantas vidas nos ha arrebatado.
La balanza de la justicia del país del norte se inclina una vez más hacia sus aliados sin importarles si hacen bien o mal, si asesinan a niños o ancianos, solo les importa materializar de alguna manera su eterno odio a este pequeño país que decidió emprender un camino que ellos jamás podrán comprender, porque no conocen de sentimientos de amor a los pobres, no saben de ideas firmes, ni convicciones, ni apego a la verdad y equidad, pero como dijera José Martí ,”la justicia y el peso de las cosas , son remedios que no fallan” y algún día el sanguinario Posada pagará por sus crímenes.
0 comentarios