Patrimonio de todos

Por: Elízabeth Silva R.
Para ser fuerte hay que comprometerse con la verdad, actuar con  transparencia y dignidad, como lo hicieron los cinco cubanos, que dentro de Estados Unidos, lucharon contra el terrorismo poniendo en riesgo sus vidas para librar a la humanidad de  amenazas.

Desde el encierro de René, Gerardo, Ramón, Fernando y Antonio en cárceles del imperio  no están solos;  personas honestas, amantes de la justicia hacen suya esta causa poniendo todas sus fuerzas en aras de lograr que las leyes actúen con rectitud y reconozcan las autenticidades de estos héroes.

La solidaridad  creciente y la necesidad de la excarcelación de los Cinco hacen que  se incremente el vigor de esta lucha que es cada vez más fuerte, lucha que pertenece a todos los que osan decir la verdad con un lenguaje  franco.

Este primero de mayo fue una demostración de apoyo sin límites a los antiterroristas; de la mano cubanos y extranjeros presentes en el desfile, exigieron con  fervor la libertad de los Cinco prisioneros políticos del imperio, para que las leyes del país del norte actúen con imparcialidad y vergüenza y les reconozcan las pruebas de  inocencia a estos grandes hombres.

Los años de reclusión y aislamiento de los Cinco indican que jamás han estado solos ni lo estarán, las acciones  de adhesión  a esta lucha se incrementan en franco desafío a represiones  y peligros.

No existen fuerzas capaces de paralizar este movimiento a favor de la equidad, el honor y la verdad de los Cinco, en su avance indetenible se cruzarán aceros contra los que mienten, encierran el decoro y tergiversan una realidad que muy pronto será patrimonio de todos.