Injusticia y desvergüenza

Por: Elízabeth Silva R.  

Los débiles tienen una gran fuerza: la compasión que inspiran; con ese mismo sentimiento se puede valorar al jurado del Paso, Texas, al absolver de todos los cargos a Luís Posada Carriles, quien no enfrentó un proceso como terrorista, sino por mentir a las autoridades de emigración.

La balanza se inclinó de nuevo hacia la injusticia y desvergüenza, el veredicto  sobre la supuesta inocencia del terrorista de origen cubano, se dio a conocer,  la propia jueza dictaminó no presentar al jurado toda la evidencia del proceso.

En realidad el tribunal se convirtió en un gran teatro, se materializó la obra acordada, no se tuvieron en cuenta las evidencias que demostraban las culpas del carnicero Luis Posada Carriles.

Una vez más se manifiesta la parcialidad del fallido sistema jurídico  de los Estados Unidos, donde manipulan las leyes  a su conveniencia, en aras de  proteger   intereses de los poderosos, éste es el ejemplo;  declaran  inocente al verdadero terrorista; al tribunal no le importaron  los cargos de perjurio, fraude y obstrucción de procedimientos, no es casualidad, sino todo lo contrario, una necesidad , es cuestión de comprometimiento.

El veredicto era de esperar, el  jurado estuvo integrado por 7 mujeres y cinco hombres, en su mayoría de origen cubano, personas envenenadas por el odio visceral hacia Cuba y su Revolución.

Mientras, cinco cubanos inocentes, que luchaban contra el terrorismo, permanecen tras las rejas del imperio desde hace doce años, al más connotado y confeso terrorista, Luís Posada Carriles se le otorgó impunidad y abrigo por parte de las leyes de Estados Unidos.

Las mentiras no prevalerán, estamos convencidos que la verdad, con su lenguaje sencillo seducirá a las más indiferentes voluntades y con su fuerza secreta convencerá y triunfará.